EL VANO INTENTO DE "SATANIZAR" A VILLALTA DE QUIENES NOS ARROJARON AL CAPITALISMO SALVAJE SIN PEDIRNOS PERMISO SIQUIERA.
El recurso de los sectores más poderosos de este país (a quien Villalta puso a temblar) y sus políticos aliados como Araya y Guevara es muy viejo. Lo ejercieron contra Calderón Guardia, Mora y Monseñor Sanabria en los cuarentas a punto de que publicaron una caricatura del arzobispo con la hoz y el martillo de la bandera soviética en su sotana.
La desinformación sobre Chávez por parte de los medios tradicionales cuando aún las redes sociales estaban en pañales o no habían nacido les funcionó. Lograron convertir en demonio a un hombre que habló sin pelos en la lengua y les quitó el poder enfrentándose con "los tacos de frente" a los intereses petroleros de quienes como Bush han sumido a Estados Unidos en una de sus peores crisis, de la que Obama no consigue sacarle.
Conozco poco sobre el proceso venezolano, pero cuando veo quiénes hablan mal de él, desconfío de lo que dicen porque son los que siempre han defendido a los poderosos y menospreciado al pueblo trabajador que es el que a fin de cuentas produce la riqueza de cualquier país.
Les cuesta hablar mal de Correa, de Mujica y Evo porque hoy la gente no depende de los que fueron poderosos y casi únicos medios de información. Hoy el pueblo dispone de redes accesibles desde sus tabletas, computadoras o teléfonos y se informa de lo que pasa en el mundo, de lo que ocultan esos medios masivos conservadores, de los logros de gobernantes como los citados que libran luchas semejantes, aunque no iguales a las de quienes hemos elegido en Costa Rica la defensa de la justicia social, de los derechos de los trabajadores, de la soberanía nacional, la lucha contra la privatización por parte del capitalismo salvaje en que sin nuestro permiso nos metieron.
En los últimos meses y cuando el pueblo les retira su apoyo aceleradamente y se vuelcan a favor de una alternativa electoral verdaderamente limpia, honesta, los corruptos han intentado satanizar a José María Villalta ante el peligro de perder "la teta" estatal de la que han esto pegados exprimiendo al pueblo trabajador, productor de riqueza.
Pero nunca ha sido más obvio que el pueblo ya no "come cuento". ¿Cómo convertir al FA en un demonio? Es que no tienen de qué agarrarse para hacerlo y solo propagan mentiras y patalean desesperados exhibiendo su incapacidad y sus villanos intereses.