Los aborígenes costarricenses y los afrocaribeños siguen abandonados y discriminados

Generación Rebelde presenta la parte I de una petición hecha ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos:

20/10/2010 - 05/11/2010

Situación de derechos humanos de los afro-caribeños, campesinos e indígenas del Cantón de Talamanca, Costa Rica

Presentación de los peticionarios

Enrique Joseph: Ilustres miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, muy buenas tardes.

Agradecemos el espacio que nos brindan para presentarles nuestra preocupante situación. Todos los acá presentes somos vecinos del cantón de Talamanca, líderes comunales involucrados en el desarrollo de nuestras comunidades. Quien les habla, Enrique Joseph, les dará una breve descripción de la problemática, la Licenciada Myrna Pierre les dará una explicación de las diferentes formas de afectación jurídica sobre nuestros territorios, Emily Yozell dará lectura a una nota de la compañera Gloria Mayorga, mujer indígena bribri-kekoldi, quien no nos pudo acompañar el día de hoy por situaciones propias del viaje y el señor Dennis Clark, denunciante, con el respaldo de 9 organizaciones comunales del cantón de Talamanca y de la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo de ese cantón, hará el cierre.

El objetivo de nuestra audiencia es dar a conocer la colición entre los derechos ancestrales de quienes habitamos las tierras de Talamanca y las políticas estatales en la protección del ambiente, lesionando nuestros derechos de subsistencia y de forma de vida. En Talamanca tenemos un alto costo de la vida, en absoluta desigualdad con otros sectores del país, situación en que el Estado costarricense no ha tomado accciones para revertirla. El sistema de salud es inferior al recibido por la mayoría de la población nacional. Ocupamos el primer lugar en analfabetismo, la educación es de una calidad inferior y no nos ofrece las lenguas maternas que son fundamentales para el desarrollo de nuestras actividades.

La población de Talamanca está conformada desde hace siglos por los antecesores de los actuales pueblos indígenas Bribri y Cabecar y desde el siglo XVIII por colonizadores afro caribeños. Durante generaciones estos pueblos han convivido de forma armoniosa con los recursos naturales. El Estado costarricenses llega a crear, en las últimas décadas, áreas silvestres protegidas y decretos que afectan a las poblaciones locales.

Estas acciones estatales están violando nuestros derechos fundamentales a desarrollarnos, llevándonos a condiciones de pobreza cada día más agudizantes. No respetan nuestras costumbres ancestrales de uso de la tierra, decretan los bosques, que hemos protegido durante años, como Patrimonio Natural del Estado y, actualmente, nos amenazan con procesos de desalojo, irrespetando nuestros derechos adquiridos y consolidados sobre nuestra tierra. Además, se nos prohíbe la pesca artesanal de subsistencia y se nos prohibe ejercer nuestras actividades productivas, alegando que no tenemos los permisos estatales requeridos .

El cantón de Talamanca está ubicado al sur-este de Costa Rica, en la provincia de Limón. Tiene una extensión territorial de 2.809 km^{2 ,} que equivalen al 5% del territorio costarricense. El 88% de este territorio se encuentra bajo alguna categoría de protección ambiental mixta, el restante 12% del territorio está compuesto de un 40% de fincas dedicadas a la producción de banano, ubicadas en el valle de La Estrella, y sus propietarios son consorcios transnacionales y grandes compañías nacionales. El otro 60%, o sea, 202 km² lo componen las comunidades costeras de Cahuita, Puerto Viejo y Manzanillo, así como algunos pueblos del valle de Sixaola, en los que hay una diversidad socio-cultural de gran magnitud compuesta por indígenas Bribris, afro caribeños, mestizos, chinos y blancos. Esto es una cosmovisión única en el país.

Si nos basamos en la historia y las costumbres de los primeros pobladores de la zona les quedará claro el por qué hemos estado de acuerdo con la caracterización de estas áreas silvestres como protegidas legalmente. En primera instancia por estar conscientes de la importancia del cuido del medio ambiente y, en segundo lugar, la conservación es parte fundamental de nuestra historia y de nuestra cultura.

Sin embargo las condiciones originales por las cuales aceptamos someter gran parte del territorio de Talamanca bajo alguna categoría de manejo en conservación, por interpretaciones antojadizas del Estado costarricense, han venido cambiando las condiciones originales, al punto que hoy día corremos el riesgo de de ser despojados de las mismas, dejándonos sin la posibilidad de podernos desarrollar. Ya no nos permiten construir nuestras casas para nuestros hijos, ni mejorar nuestras viviendas, y corremos el riesgo de no poder heredar nuestros únicos bienes a nuestros hijos, ni estamos habilitados para poder traspasar ni hipotecar nuestras tierras ante una entidad bancaria, en aras de buscar nuestro desarrollo.

En fin, la situación de seguridad jurídica prometida por el Estado costarricense al momento de estar nosotros de acuerdo en someter nuestro territorio a los regímenes ambientales estatales, en la actualidad van totalmente en nuestra contra, al punto de que, hay muchos poseedores enfrentando procesos penales judiciales, otros están siendo forzados a entregar sus derechos de propiedad titulados, a cambio de contratos de arrendamiento con límites de tiempo y otros, definitivamente, como el caso de Puerto Viejo, Cahuita y Manzanillo, no se les están reconociendo sus derechos adquiridos por herencia y de buena fe que hemos tenido durante años.

Continuará...