No dejemos que en su lugar pongan un estacionamiento o un cajón de concreto con ventanas.
A fines del siglo XIX y principios del XX, los jóvenes que decidían estudiar arquitectura (o cualquier otra profesión) iban a Europa.
En la arquitectura esa influencia artística europea es clara en lo que queda de Barrio Amón y en algunos edificios (muy pocos) desperdigados por San José.
Después de los cincuentas fueron a estudiar a E.U. A su regreso entonces y sin una ley de patrimonio nacional, empezaron a tirar al suelo todo para sustituirlo por cajones de concreto con ventanas, al estilo estadounidense…(¡Los gringos, siempre con plata, con tecnología, pero sin cultura!) Los ejemplos sobran. Llenaron entonces a San José de moles de cemento que constituyen verdaderos monumentos al mal gusto. ¡Y San José se empezó a poner fea! (Hoy debe ser una de las ciudades más feas de América).
Esa fiebre de demolición duró bastante, fue la que tiró al suelo y convirtió en un estacionamiento a la antigua Biblioteca Nacional, entre otros edificios artísticos, valiosos, testimonios de nuestro pasado, elementos de nuestra historia, testigos mudos de acontecimientos patrios de gran significado.
¡Se salvaron el antiguo Raventós y otros edificios valiosos de milagro!
Lo que fue la Biblioteca Nacional |
Hoy dicen que peligra el Teatro Variedades (vean : El Variedades: Patrimonio Histórico y Cuna del Cine - Mi Butaca Vip
Solo queda el muro inferior de la biblioteca, en su interior, un estacionamiento. |
¡Salvémolo, amigos! El grupo Roncahuita está dispuesto a hacer lo que esté a su alcance para lograrlo. ¡Únanse amigos a esta campaña! No nos conformemos con llorar su desaparición.
¡Que no le ocurra lo que a la Biblioteca, para vergüenza nacional!
100% de acuerdo, esa es una lucha que debemos dar.
ResponderEliminarEs casi una obligación que el gobierno no debe tardar en ejecutar.
ResponderEliminarSartencaliente.blogspot.com