Si algo identifica a la filosofía cristiana es su compromiso social expresado en sentencias como "Ama a tu prójimo como a ti mismo" o "Bienaventurados los pobres…" , solo para citar las más conocidas.
Y si algo ha identificado-salvo excepciones- a las iglesias cristianas, incluida la católica es haber sido omisas con ese compromiso.
La historia da cuenta de casos y casos. Solo citemos algunos muy conocidos: la defensa de los intereses económicos del catolicismo mediante la "Santa Inquisición" que alcanzó a nuestros mártires aborígenes, el silencio de las iglesias cristianas frente al holocausto durante la segunda guerra mundial, el mutismo y la complicidad de las mismas iglesias ante los genocidios perpetrados por las dictaduras militares latinoamericanas…
Las excepciones provienen en algunos casos de sacerdotes que haciendo una interpretación sincera y original del cristianismo abrazaron y difundieron la conocida Teología de la liberación y algunas encíclicas y declaraciones como la que encabeza esta bitácora.
Grupos religiosos cristianos han enajenado y han arrastrado a miles incluso al suicidio colectivo , jefes de iglesias y figuras religiosas han estimulado el fanatismo como medio para lucrar y enriquecerse (solo recuerden un sonado caso costarricense y a Jimmy Swaggart en E.U.)
La Iglesia católica costarricense, salvo en algunas contadas ocasiones, en los años cuarentas y cuando se opuso al TLC con Estados Unidos, también ha sido muda y omisa en relación a la injusticia social.
Ahora estamos ante el caso de una figura de una iglesia de las llamadas "protestantes" (aunque no parecen protestar por nada) que ha creado un andamiaje político para adquirir poder como congresista, acusado de supuestos delitos económicos mediante la ley de la deuda política.
Presuntamente, don Justo Orozco, en una acción no muy justa, pretendió cobrar al estado mucho más de lo que le correspondía a su partido que viene a ser una mezcla muy eficaz: política y religión. ¿Lo recuerdan? Es el mismo que justificaba su pretendido aumento en la pensión para comprarse ropa nueva.
De nuevo, nuestro pueblo se muestra como un pueblo bueno, creyente, confiado y hasta ingenuo y de nuevo surgen las sospechas de un nuevo politiquero, aprovechándose de ello.
"Por sus frutos los conoceréis" ¿Hasta cuándo costarricenses?
Acompañé a unas queridas amigas bautistas a su templo (yo soy agnóstica), donde tendrían una visita especial: Justo Orozco. Ya era diputado, pero andaba en campaña para promover la segunda llegada de su partido al Congreso, mediante Avendaño, también actual diputado, para ya con su propio partido, pues se separó del de Justo.
ResponderEliminarMontado en la curul del templo, decía, entre otras cosas: "Uds saben que nuestra patente viene de Dios. Nuestro amor a Dios nos da la honestidad, la sinceridad. El pueblo de Dios solo en gente como nosotros, podrá confiar los designios del Gobierno, porque iremos a servirles y no a servirnos".
La feligresía contestaba: "Amén hermano", "Así es", "Aleluya".
A mí me enojaba lo que sabía que era demagogia pura, pero también me gustaba el comprobar hasta qué extremos son capaces estos políticos de llevar la demagogia. ¡Y en nombre de Dios! ¡Qué tupé!.
Por supuesto que a mis amigas no les reproché nada. Al fin y al cabo hay que respetar el grado de conciencia de la gente. Ellas, además, son personas realmente buenas, honradas y trabajadoras. Por cierto: son educadoras.
Concluyendo: Justo (*) se vio enredado en un lío judicial, cuando, desde su condición de diputado, pretendió, junto con un juez de Pérez Zeledón, eximir de señalamientos a un presunto narco,que estaba tras rejas. Los medios de prensa echaron luz sobre los nexos de Justo con el presunto narco. Justo se lavó las manos, como Poncio Pilatos, y le trasladó las culpas a un asesor suyo.
Desde este suceso en adelante, quedó claro a la ciudadanía que Justo no era tan justo.
Hoy, de nuevo en el congreso, hizo mancuerna con quienes empezaron queriendo recetarse el alza salarial, lo que cayó como balde de agua fría. Luego acuerpó a quienes querían recibir, simultáneamente con su salario las pensiones aumentadas. Ahora viene lo comentado por Uds, de cómo falsificaron facturas, para inflar su deuda política.
Con mis amigas bautistas estuvimos comentando los tumbos, interesados, de Justo, y les pregunté qué opinaban del susodicho. A coro, contestaron:
"Qué cochinada. Ese tipo es un fraude".
Luego me describieron sus propiedades: colegios, kínderes y creo que hasta una universidad.
Me gustó comprobar que, pese a que comparten religión con Justo, mis amigas sí son justas y con su capacidad para el discernimiento incólume.
Mientras esto exista, hay esperanza de que, mediante procesos de concienciación, la gente responda positivamente a los procesos de cambio.
(*) Hasta el nombre (Justo) le ayuda a este estafador.
Creo que entre filosofía religiosa y praxis religiosa no ha habido coherencia. Es más: creo que nunca la hubo. Repasando (a salto de mata) la historia, desde la Inquisición para acá, esta
ResponderEliminarincoherencia sigue caracterizando a las religiones.
Han habido movimientos internos muy interesantes, como el protestantismo de Lutero pero, luego, también desvirtuados en su esencia para instrumentalizarlos y adecuarlos a los intereses espúreos.
Las religiones, junto con la clase política, se han valido e cuán importante ha sido para la humanidad, la "idea de Dios", para hacer negocio (recordemos las bulas papales).
Cuando la Teología de la Liberación cogió fuerza, la mediatizaron y la redujeron prácticamente a nada.
Con todo, sigo valorando la gran alianza que clase política/Iglesia católica/comunismo hicieron en los 40´s, para acometer las grandes reformas que convirtieron a C.R. en un país de movilidad social.
Eso significa que hay que seguir leyendo a estas fuerzas sociales con ojo crítico, abierto, inteligente. No concebirlo como masa compacta. De hecho, ya del "rebaño" se han salido voces de curas y monjas comprometidos con la realidad social de su "grey", y vindicar para ella mejores condiciones de existencia. El asunto de las alianzas, pues.
Saludo, desde este foro, a las hermanas franciscanas Miriam Keith y Luz Beatriz Cantillano.
ResponderEliminarMiriam se empleó a fondo con el campesinado hondureño en los 70´s, logrando plasmar, con la ayuda de la cooperación internacional y OIT el proyecto cooperativo"Guanchías" (parecido al de El Silencio en C.R) que aún existe y, al parecer, en fortalecimiento ascendente. Miguel Sobrado,sociólogo, colaborador de Página Quince de La nación, en algunos artículos sigue valorando como positivo este proyecto.
Miriam, actualmente, colabora con los movimientos de mujeres emprendedoras. Luz Beatriz, en Nicaragua, no ceja porque los sectores desfavorecidos, continuén luchando por mejorar su calidad de vida.
Saludo, desde este foro, a las hermanas franciscanas Miriam Keith y Luz Beatriz Cantillano.
ResponderEliminarMiriam se empleó a fondo con el campesinado hondureño en los 70´s, logrando plasmar, con la ayuda de la cooperación internacional y OIT el proyecto cooperativo"Guanchías" (parecido al de El Silencio en C.R) que aún existe y, al parecer, en fortalecimiento ascendente. Miguel Sobrado,sociólogo, colaborador de Página Quince de La nación, en algunos artículos sigue valorando como positivo este proyecto.
Miriam, actualmente, colabora con los movimientos de mujeres emprendedoras. Luz Beatriz, en Nicaragua, no ceja porque los sectores desfavorecidos, continuén luchando por mejorar su calidad de vida.
La religión sigue siendo el mejor negocio, hasta a mí me ha pasado por la cabeza ponerme una iglesia, jajaja (toco madera). Hasta camaradas. Así como lo oyen. Camaradas con tremenda iglesia, porque cuando el comunismo se dividió quedaron empobrecidos, ya que eran funcionarios. Vivillos, conscientes del conocimiento acumulado durante la militancia (en nuestras organizaciones se estudiaba mucho y nada menos que con método), conscientes de su capacidad para la convocatoria de masas y de la oratoria, se lanzaron a la aventura con buenos resultados. Conozco a uno que tiene su iglesita en los Hatillo. Había sido funcionario sindical y de los bravos. Yo me atreví a preguntarle y me dijo dos cosas. Una me impactó, la otra la comprendí.
ResponderEliminar1. "Sí, Anita, cierto que fui marxista, pero siempre llevé adentro, el vacío de Dios".
2. " Diay...de algo tenía que vivir..."
Buena idea la de convocar a una lluvia de ideas.
ResponderEliminarYo no estoy con ningún partido. Simpatizo con el Pac pero de ahí no paso.
Un grupo de personas preocupadas, analíticas, que vayan tomando posición, me agrada. Siento que ya el país urge una gran alianza popular, sobre la base de una agenda que tenga como marco reformar al actual modelo, construir un proyecto-país.
Algo así como aquel grupo de nicaragüenses llamado Los Doce ¿recuerdan? Ahí estaba Ramírez Mercado. ese grupo dinamizó mucho el proceso revolucionario.
No importa que empecemos con poca gente, pero el resto se irá arrimando.
Gracias amigos y amigas por sus lúcidos aportes. Si, es necesario seguir y pensar en esa "red de indignados"...o como le llamemos.
ResponderEliminar¿Se dan cuenta que ahora tenemos a nuestro favor algo que no teníamos antes? Internet. No teníamos acceso a los medios de comunicación y "Libertad" llegaba a los mismos de siempre.
La semana pasada, Generación rebelde, tuvo un promedio de lectores arriba de los ciento sesenta diarios. Gracias a ustedes estamos creciendo.
¿No comentan algunos? ¿Abulia? ¿Temor? ¿Timidez? No importa, pero leen. A veces solo escriben al correo casi siempre con frases como "bueno". "sigan", "son necesarios", "de acuerdo"...
Sigamos...