PARECECIERA TENER LAS MISMAS MOTIVACIONES PERVERSAS DE LAS ACCIONES DEL KU KLUS KLAN O DEL ANTISEMITISMO DE ADOLFO HITLER
Si, efectivamente por esta vez ganó la intolerancia, el prejuicio, las posiciones retrógradas que en muchas ocasiones han frenado el avance de la justicia en humanidad.
Echar mano a creencias religiosas fundamentadas en hechos que fueron vigentes en sociedades antiguas, pero que hoy han perdido toda su validez a la luz de un pensamiento que alienta al reconocimiento de que todos los seres humanos son iguales ante la ley y tienen los mismos derechos, que el concepto de "familia", ya no es el de los constituyentes de 1949 y que la elección sexual y el amor se rigen por ideas que no admiten ningún tipo de intolerancia, es retroceso. Eso es Justo Orozco: retroceso; y sus argumentos se caen por su propio peso: nadie hoy admitiría la esclavitud como la valida el libro religioso en que dice fundamentarse, solo para citar un ejemplo. Si nos atuviéramos a todos los preceptos bíblicos, estaríamos viviendo según las creencias y los valores medievales.
Los defensores de la igualdad derechos para los homosexuales, a quienes apoyamos sin reservas, lo que defienden en el fondo es la necesidad de abolir la discriminación por preferencia sexual igual que Luther King la discriminación por el color de piel. Es lo mismo. Es una lucha tan válida como la de Gandi, como la de Mandela.
Y la actitud de Orozco es en fondo la misma del "Ku Klus Klan", de los británicos opuestos a la independencia de la India, de Augusto Pinochet contra los jóvenes socialistas, de los defensores del "apartheid" en sudáfrica, del odio a los judíos de Hitler y de "La Santa Inquisición" católica de hace quinientos años torturando y quemando "herejes".
Muchos de ellos, en nombre de "la fe" han apartado, segregado, asesinado y han sido protagonistas de una feroz intolerancia que ha llevado a los más brutales genocidios que la humanidad recuerda.
¿Qué pasaría con Orozco si tuviera más poder? No quiero ni imaginarlo.
Si, efectivamente por esta vez ganó la intolerancia, el prejuicio, las posiciones retrógradas que en muchas ocasiones han frenado el avance de la justicia en humanidad.
Echar mano a creencias religiosas fundamentadas en hechos que fueron vigentes en sociedades antiguas, pero que hoy han perdido toda su validez a la luz de un pensamiento que alienta al reconocimiento de que todos los seres humanos son iguales ante la ley y tienen los mismos derechos, que el concepto de "familia", ya no es el de los constituyentes de 1949 y que la elección sexual y el amor se rigen por ideas que no admiten ningún tipo de intolerancia, es retroceso. Eso es Justo Orozco: retroceso; y sus argumentos se caen por su propio peso: nadie hoy admitiría la esclavitud como la valida el libro religioso en que dice fundamentarse, solo para citar un ejemplo. Si nos atuviéramos a todos los preceptos bíblicos, estaríamos viviendo según las creencias y los valores medievales.
Los defensores de la igualdad derechos para los homosexuales, a quienes apoyamos sin reservas, lo que defienden en el fondo es la necesidad de abolir la discriminación por preferencia sexual igual que Luther King la discriminación por el color de piel. Es lo mismo. Es una lucha tan válida como la de Gandi, como la de Mandela.
Y la actitud de Orozco es en fondo la misma del "Ku Klus Klan", de los británicos opuestos a la independencia de la India, de Augusto Pinochet contra los jóvenes socialistas, de los defensores del "apartheid" en sudáfrica, del odio a los judíos de Hitler y de "La Santa Inquisición" católica de hace quinientos años torturando y quemando "herejes".
Muchos de ellos, en nombre de "la fe" han apartado, segregado, asesinado y han sido protagonistas de una feroz intolerancia que ha llevado a los más brutales genocidios que la humanidad recuerda.
¿Qué pasaría con Orozco si tuviera más poder? No quiero ni imaginarlo.
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