Pase lo que pase, el valioso legado de Chávez nadie podrá ignorarlo.

No sabemos que será de Chávez en los próximos tiempos, aquejado de un agresivo cáncer, pero algo es seguro: si fallece, dejaría una revolución profundamente arraigada en el corazón del pueblo venezolano y un legado de dignidad, firmeza, independencia, valentía y de vocación de justicia social y unidad latinoamericana para su pueblo y para toda latinoamérica.

Hace ya varios años, muchos costarricenses acostumbrados a ver y oír a nuestros políticos rendir pleitesía y aplaudir lo que dijeran los presidentes de Estados Unidos y a levantar la mano en la OEA después de mirar si el representante del imperio la había levantado, fueron sorprendidos por un presidente que con sencillez, espontaneidad y "sin pelos en la lengua" empezó a decirle las cuatro verdades al guerrerista George W.Bush y a su retrógrada secretaria de estado Condolezza Rice.
Lejos de arrodillarse ante el "patrón", Hugo Chávez le dijo simplemente "Somos un país soberano, independiente y sus órdenes para nosotros valen menos que un comino". Nacionalizó lo que había que nacionalizar de las empresas estadounidenses, sacó del país a quien había que sacar y Bush y Condolezza, tuvieron que aceptar que tenían al frente a un hombre valiente, dispuesto a defender a su pueblo de los abusos del imperio, tanto que, en una oportunidad, la secretaria de estado abandonó una reunión para no tener que escuchar lo que no podía contradecir. Estados Unidos tuvo que aprender a respetarlo.
Lo demás ya es también historia conocida: un gobernante que, en sucesivas y mundialmente fiscalizadas elecciones es reelecto y que puso en manos del pueblo en un referendo, su permanencia en el poder y el pueblo le dijo si, quédese.
Desde entonces, no ha habido un presidente latinoamericano más calumniado, vilipendiado y odiado por la prensa conservadora neoliberal al servicio de los intereses del capital transnacional.

Búsquenle los errores, que ahí están, búsquenle su defectos, que ahí aparecen, pero Hugo Chávez inició un movimiento independentista en América Latina que ha sido seguido por Ecuador, Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay…y que no tiene vuelta a atrás.