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martes, 23 de abril de 2013

El pueblo con el poder de poner a un gobernante en su lugar y rectificar incluso el rumbo político del país.


FELICITACIONES AL FORO DE OCCIDENTE Y AL PUEBLO POR SU TRIUNFO ¡CAYÓ LA CONCESIÓN!

En un discurso no exento de soberbia, desafiante, con evidente ausencia de humildad, que muestra la distancia entre la mandataria y su pueblo y que deja muchas dudas respecto a la manera en que dio por concluida la concesión a la OAS, la señora presidenta anunció que echó atrás en el asunto.
Pero aquí no termina, quedan muchas cosas por aclarar porque la negociación no fue transparente como dijo y faltan muchas responsabilidades por adjudicar a quien corresponda. 
Ahora la señora presidenta tiene que aclarar bajo qué figura jurídica se hizo lo que llamó "acuerdo" mutuo. Hay también que aclarar de donde proceden las actitudes mezquinas de que habló y quienes se opusieron porque no se les dio participación, como afirmó.

Sin embargo, eso no empaña una acción democrática, firme, llena de dignidad y poder ciudadano, ejemplar para todo el país, porque demuestra que el pueblo puede fiscalizar a sus gobernantes y puede ponerlos en su lugar, recordándoles quienes los eligieron y para que fueron electos.

El pueblo queda advertido de dos cosas importantes: a) Que tiene una mandataria soberbia que no escucha y que se siente muy por encima del pueblo que la puso donde está.
b) Que tiene en sus manos el poder para rectificar no solo una concesión sino hasta el rumbo completo de nuestro sistema político.


sábado, 13 de abril de 2013

Un pueblo se manifestó contra la tiranía en democracia.


AYER VIMOS A UN PUEBLO ECHAR MANO Y PENSAMIENTO A NUESTROS HÉROES, QUE SE SALIERON DE LOS HIMNOS ESCOLARES Y COBRARON VIDA ENTRE LAS DENUNCIAS Y RECLAMOS DE LA CIUDADANÍA POR DIGNIDAD, CONTRA LA TRAICIÓN, POR UNA PATRIA DECENTE, CONTRA LA TIRANÍA Y LA CORRUPCIÓN.
Ayer nos alegramos, celebramos y por primera vez en muchos años creció a alturas inimaginables nuestro orgullo de ser costarricenses. Ayer recobramos la esperanza y la fe.

Hace tiempo no nos sentíamos tan entusiasmados. Ayer vimos aun pueblo cuya dignidad, patriotismo y sentido de lucha no lo comparten sus gobernantes.

Dedicados a servirse del poder después de haber engañado al pueblo cada cuatro años solicitándole su voto y prometiendo una y otra vez lo que no estaban comprometidos a cumplir, no se han dado cuenta que ese pueblo maduró, reflexionó, se cansó de ser utilizado para beneficio de los políticos corruptos y desde hace varios años empezó a reaccionar.
La frase de Figueres Ferrer de que somos un pueblo domesticado, pasó a la historia. Ya no.

Y es que ya no pueden acusar a los manifestantes de "izquierdistas de extrema", de "comunistas" y otros adjetivos convenientemente diabolizados que usaron antaño para amedrentar a las masas y obtener su apoyo para hacer sus "chanchadas" al amparo de la "defensa contra los rojos". Ya no. Es que el pueblo que ayer se manifestó contra una de las tantas estafas que le han hecho, que no vale la pena enumerarlas, no es un pueblo comunista, allí había gente de todas las tendencias ideológicas y posturas políticas: es un pueblo honesto harto de tanta ignominia, de tanto robo, de tanta ley aprobada a sus espaldas para favorecer intereses corruptos, de tanto crimen, de tanta traición a un país.
Vimos a un pueblo echar mano y cabeza a nuestros héroes, que se salieron de los himnos y libros escolares y cobraron vida en los gritos y reclamos ciudadanos.

Vimos a unos gobernantes llenos de miedo que se escudaron con policías, barricadas y niños-incluyendo discapacitados- en un acto de cobardía que nunca siquiera imaginamos que podía ocurrir.
Ayer vimos a una mandataria huir temerosa para no dar la cara al pueblo, vimos dirigentes políticos aterrorizados por la posibilidad de que el pueblo se tome en sus manos la justicia contra ellos, presenciamos a una clase política que sintiéndose culpable se  rodeó de un cerco de seguridad que solo recordamos en dictaduras al estilo de Somoza o Pinochet…

Ayer nos alegramos, celebramos y por primera vez en muchos años creció a alturas inimaginables nuestro orgullo de ser costarricenses. Ayer recobramos la esperanza y la fe.

lunes, 1 de abril de 2013

El aislamiento de Obama frente a la solidaridad con Venezuela



Poco después de la muerte del Líder de la Revolución Boliviariana y presidente de Venezuela, Hugo Chávez, algunos medios derechistas estadounidenses lanzaron una campaña de calumnias describiéndole como un líder “autoritario” y “provocador de divisiones”. Algunos incluso mostraron su esperanza de que el proyecto político de Chávez se desmoronase. 

Sin embargo, como todo el mundo pudo ver, son los gobiernos de EEUU y Canadá, y no Chávez, los que están aislados en el continente. Los presidentes de toda América Latina fueron a Caracas para acudir al funeral y rendir homenaje a Chávez. Allí, muchos de ellos reafirmaron su apoyo a los ideales de justicia social y desarrollo, integración e independencia para América Latina que el líder venezolano apoyó durante toda su vida. Muchos mensajes de simpatía y solidaridad llegaron a Caracas desde México hasta Argentina. 

Varios líderes latinoamericanos dijeron que, incluso en ausencia del Líder de la Revolución Boliviariana, ellos continuarían trabajando juntos con el fin de desarrollar los ideales de Hugo Chávez, que ya han sido exitosamente puestos en práctica. Incluso el jefe de Estado de Colombia -un país enemigo de Venezuela durante el mandato del antiguo presidente Alvaro Uribe-, José Manuel Santos, alabó el compromiso de Chávez y el gobierno de Venezuela con el proceso de paz en su país. 

En un fuerte contraste con los cálidos tributos de toda América Latina, las declaraciones del presidente estadounidense, Barack Obama, fueron vistas como despreciativas de la figura de Chávez, lo cual se corresponde con las pasadas actitudes de su gobierno hacia la creciente independencia de Venezuela y América Latina. Obama habló de “un nuevo capítulo en la historia de Venezuela” y, como si ésta última fuera un país dictatorial, añadió que EEUU “continúa comprometido con políticas que promueven los principios democráticos, el imperio de la ley y el respeto a los derechos humanos”. Obama no ofreció sus condolencias por la muerte de Chávez tampoco. 

En realidad, Obama debería “conocer mejor” de lo que habla. Los venezolanos, según las encuestas, dan a su democracia una puntuación de 7 sobre 10, mientras que la media latinoamericana es de 5,8. Mientras el 81% votó en las pasadas elecciones venezolanas, sólo el 57,5% lo hizo en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2012. 

Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo a los medios que su gobierno estaba esperando una decisión de las autoridades venezolanas sobre la “transición”, es decir, ella estaba diciendo a los venezolanos que Washington quiere que ellos den marcha atrás y básicamente eliminen su independencia y sus logros sociales. Sin embargo, en una declaración, el ministro de Exteriores venezolano describió las irrespetuosas e insolentes declaraciones de Nuland como “una nueva y grosera injerencia estadounidense en los asuntos internos de Venezuela”. 

Al mismo tiempo, todas estas declaraciones de altos responsables de EEUU han provocado una fuerte indignación entre el pueblo venezolano, que acompañó a su presidente con afecto y aflicción durante el funeral. La denigración de Chávez llevada a cabo por Obama ofendió a una mayoría de venezolanos, tanto a los que votaron para reelegir a su presidente el 7 de Octubre como los que no lo hicieron. 

No es la primera vez, sin embargo, que Obama se ha visto aislado. En la Cumbre de las Américas de la OEA de 2012 en Cartagena, EEUU y Canadá fueron duramente criticados, especialmente por su negativa a permitir que Cuba acudiera. Esto supuso un fuerte contraste con la cumbre anterior de 2009, cuando los líderes latinoamericanos -incluyendo Chávez- saludaron cálidamente a Obama porque ellos creyeron erróneamente que él podría abrir una nueva era en la historia de las relaciones entre EEUU y América Latina. 

Por Y.Fernández