Para ellos, el ideal es que nadie tenga relaciones sexuales y nadie tampoco tenga pareja y solo practiquen el sexo una vez al año, para
fines reproductivos y de ser posible sin sentir placer.
Según nuestros "sabios obispos", el placer sexual es pecado y Dios creó la sexualidad simplemente para fines de conservación de la especie.
Quieren también ignorar una realidad: la diversidad sexual, que existe en la humanidad desde mucho antes de tiempos bíblicos y está presente en nuestra sociedad quieran ellos o no y hasta en sus propias filas de sacerdotes y monjas, lo que no les quita ningún mérito a su labor.
La enseñanza de una sexualidad sana, responsable, y tolerante con la diversidad, corresponde a un programa del MEP que aplaudimos.
Dios, señores obispos, no está invitado a dar clases de biología, de historia, de geografía ni de sexualidad, ni de educación física…
La enseñanza religiosa corresponde a ustedes, señores obispos, háganla bien y traten de convencer a los jóvenes de abstenerse de la sexualidad y permanecer castos y puros, háganlo también con sacerdotes y religiosas, porque miles de ellos no cumplen con el celibato ni la castidad. ¡Si lo logran, pues, allá ustedes! o es que ¿ dudan tanto de su autoridad en sus iglesias?
Señores obispos: "zapatero a tu zapato y dejen de ir a donde no han sido invitados"
Según nuestros "sabios obispos", el placer sexual es pecado y Dios creó la sexualidad simplemente para fines de conservación de la especie.
Quieren también ignorar una realidad: la diversidad sexual, que existe en la humanidad desde mucho antes de tiempos bíblicos y está presente en nuestra sociedad quieran ellos o no y hasta en sus propias filas de sacerdotes y monjas, lo que no les quita ningún mérito a su labor.
La enseñanza de una sexualidad sana, responsable, y tolerante con la diversidad, corresponde a un programa del MEP que aplaudimos.
Dios, señores obispos, no está invitado a dar clases de biología, de historia, de geografía ni de sexualidad, ni de educación física…
La enseñanza religiosa corresponde a ustedes, señores obispos, háganla bien y traten de convencer a los jóvenes de abstenerse de la sexualidad y permanecer castos y puros, háganlo también con sacerdotes y religiosas, porque miles de ellos no cumplen con el celibato ni la castidad. ¡Si lo logran, pues, allá ustedes! o es que ¿ dudan tanto de su autoridad en sus iglesias?
Señores obispos: "zapatero a tu zapato y dejen de ir a donde no han sido invitados"