¡Políticas neoliberales! ¡Sálvese el que pueda! El "camaroneo" no alcanza para todos.
Con el abandono del modelo solidario establecido por la antigua socialdemocracia que impulsara el PLN en el pasado, Costa Rica pasa a una era neoliberal que permite las privatizaciones , reducción del estado, apertura de mercados , ampliación del ambito privado en detrimento del público. Se concesionan puertos, carreteras (como la Autopista a Caldera), se permite el funcionamiento de puertos y aeropuertos privados con bajos controles, se privatiza la revisión vehicular (Riteve) , se impulsa la compra de servicios a empresas privadas por parte de la CCSS, se establece la apertura en telecomunicaciones y seguros, se flexibiliza el Código de Trabajo, se intenta modificar el sistema solidario de salud, se firma el TLC con E.U. que supone la muerte de gran parte del sector agropecuario entre otros males, el TLC con China, con el que ellos se van a cobrar muchas veces el nuevo Estadio Nacional (Circo para los ticos, para que nadie piense, como en la antigua Roma) ¿Seguimos?
Hace veinte años solo existían unos cuantos vendedores ambulantes y apenas si oíamos hablar de pandillas juveniles como mal de algunos países vecinos. Desconocíamos el problema de los niños en abandono y el de los indigentes… Hoy los vendedores colapsan los cruces de vías, las pandillas, los niños en la calle y los indigentes pululan en nuestras ciudades.
El terrorífico cuadro social que ha generado el neoliberalismo es lo que explica la existencia de decenas de miles de vendedores ambulantes, de expendedores de drogas, de taxistas informales y de los llamados "porteadores". De ese sector salen a las calles decenas de miles cada día para "camaronear". Como es lógico, no todos logran sobrevivir, pues el "camaroneo" no alcanza para todos. Como en tiempos de las cavernas, pronto se forman los grupos o pandillas para defenderse y sobrevivir gracias al esfuerzo colectivo. En ese ambiente sórdido y embrutecido se forma la mentalidad de sálvese el que pueda, pues no existen para ellos alternativas ni esperanzas. En ese sector cada vez más grande de ticos que sobreviven en la pobreza o en la extrema pobreza, se forma el caldo de cultivo de la criminalidad.
De eso a la delincuencia como alternativa, no hay que dar ni un paso.
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