El cambio de rumbo de nuestra sociedad por los caminos de el neoliberalismo (léase egoísmo, competencia despiadada, acumulación de riqueza en manos de pocos,etc.), ha llevado a una polarización social cada vez más evidente entre ricos y pobres y a una acelerada destrucción de la clase media.
Cuando un sector social se siente excluído con el consecuente deterioro de su nivel de vida, entonces recurre al robo, al asalto cada vez más violento, al dinero fácil del narcotráfico y a la corrupción.
Los sectores más privilegiados responden entonces con sistemas de seguridad cada vez más sofisticados, estableciendo áreas exclusivas con casetas y "agujas" para controlar el paso (ya lo estamos viendo).
Pero lo curioso es que si miramos las estadísticas, son los más débiles y menos favorecidos los más golpeados por la delincuencia y la violencia y son entonces los que más urgen de protección y seguridad.
¿Mas armas y más policías? No, el problema hay que atenderlo de manera integral y hay que volver por el rumbo de una sociedad solidaria.
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