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lunes, 28 de febrero de 2011

Si el imperio usa la violencia, es prevención; si la utilizan los otros, es terrorismo.

La ideología burguesa basa su filosofía en oposiciones – siguiendo los pasos de la religión judeo/cristiana-. De ahí que frente al Bien (el imperio) siempre hemos de tener el Mal. Lucifer ha de estar personificado, ya que nos sentimos herederos de Yavhé, ¡somos el pueblo elegido!, y portamos la antorcha de la verdad y la salvación. Después de esta tesis queda que sólo los buenos podemos prevenir y por consiguiente utilizar la violencia. Cuando la utilizan los demás es terrorismo. Buen fetiche para una moral que se impone.

“La peor violencia es la pobreza” afirman los teólogos de la liberación. No les falta la razón. La pobreza no se elige y, como bien dice G. Labica,“los damnificados de la tierra no sufren ninguna patología mental, sino el peso de las cadenas de las que esperan desembarazarse, y al mismo tiempo de la servidumbre voluntaria a la que han sido reducidos”.

La clase dominante no distingue entre violencia y resistencia. La rebelión de los excluidos de la banlieu parisina y de las grandes ciudades de Francia exige violencia frente a la violencia de los que detentan el poder y los medios de producción y, al mismo tiempo, la resistencia a la pérdida de las conquistas sociales de aquella generación de emigrantes que ayudaron en la postguerra. Lo mismo ocurre con los niños de la Intimada ante la violencia sionista. Es la resistencia del excluido y la lucha por el reconocimiento.

Desde el 11 de Setiembre, la clase dominante ha dado un“giro transcendental” en su concepción de la violencia. El enemigo ya no es real, deviene invisible. El terrorista islámico es lo no- visible que se une a lo perverso. El Otro, el musulmán es la negatividad radical, es lo vacío frente al plenum cristiano y la apropiación del Otro no es más que el exterminio de su faz. Ese Otro es irreductible a nuestros valores cristianos. Por tanto es convertido en un bárbaro, en un no-ser.

Ya en el 2000 Alan Woods y Ted Grant avisaron de que “el surgimiento del imperialismo americano como una superpotencia es un hecho sin precedentes en la historia. EE.UU. se ha convertido en la mayor fuerza contrarrevolucionaria jamás vista antes, dispuesta a utilizar cualquier medio a su alcance para derribar gobiernos que no les sean afines”. La supremacía americana primero se fraguó en casa con el crecimiento de las desigualdades ya que está basada en “la explotación creciente de la mano de obra” [Claude Sefarti]. Se ha acrecentado la precariedad en el trabajo y la aparición y desarrollo de los "working poros", asalariados que necesitan trabajar en más de un empleo para sobrevivir.

Por otra parte el imperialismo americano ha producido una gran transformación que puso en marcha el neoliberalismo. Este ha llevado a : a) el traslado de la producción al extranjero (lo que se conoce como deslocalización) y que a su vez ha producido una deslocalización interna; b) la creación o el aumento de zonas de intercambio, que supone la conquista de nuevos mercados; c) el empleo selectivo y regulado de la emigración.

El capitalismo para llevar a término dicho objetivo ha tenido que ejercer la violencia, ¡y de qué manera!

Podríamos usar la terminología de Rosa Luxemburgo y hablar de militarismo. Si nos remitimos a su libro La acumulación del capital leemos el siguiente párrafo: “El militarismo tiene una función determinada en la historia del capital. Acompaña a todas las fases históricas de la acumulación. En lo que se denomina el período de “acumulación primitiva”, es decir al comienzo del capitalismo europeo, el militarismo juega un papel determinante en la conquista del Nuevo Mundo y de los países productores de especies, las Indias: más tarde, sirve para conquistar las colonias modernas y para destruir las organizaciones sociales primitivas y para apropiarse de sus medios de producción, para introducir por la coacción los cambios comerciales en los países cuya estructura se opone a la economía mercantil, para transformar la fuerza de los indígenas en proletarios y para instaurar el trabajo asalariado en las colonias. Ayuda a crear y a ampliar las esferas de intereses del capital europeo en los territorios europeos, a sacar las concesiones de ferrocarriles en los países atrasados y a hacer respetar los derechos del capital europeo en los préstamos internacionales. En fin, el militarismo es un arma en la competencia de los países capitalistas, en lucha por el reparto de los territorios de civilización no capitalista”.

La hegemonía del imperialismo norteamericano está llevando a cabo una acumulación primitiva (contemporánea). Desde la derrota del estalinismo y por consiguiente desde la caída de los países del Este, el imperialismo tanto norteamericano como europeo se enfrascaron en la lucha por los nuevos mercados y por lo que significaba la ingente masa de proletariado que podía engrosar la filas de la inmigración. El imperialismo se ha basado para conseguir esto en la Banca Mundial y en el FMI, instituciones que han impuesto programas de ajuste que ha permitido la apropiación de la propiedad estatal de muchos países.

El imperialismo ha necesitado de la violencia y de la guerra, realizando el mayor despliegue de fuerza que se conoce, sustituye el honor y la justicia por el fundamentalismo. Es la civilización frente a la barbarie ( en este caso musulmán); el musulmán es el terrorista que no respeta la civilización.

La expresión más pura de la violencia es la guerra y más grande de todas es por la Fe. Pero el fetiche religioso se derrumba en cuanto profundicemos un poco: solo queda el pillaje y la explotación.

Extracto de un artículo de Javier Méndez: http://www.kaosenlared.net/

viernes, 25 de febrero de 2011

La naturaleza violenta de nuestro sistema económico.

Seguimos eligiendo a los responsables de la violencia y la inseguridad.


No hay duda de que la pobreza,la marginalidad, la exclusión, son una bomba de tiempo para la sociedad costarricense, una verdadera amenaza para la paz que viene manifestándose en forma alarmante desde finales de la década de los ochentas.


El dramaturgo Bertolt Brecht, dijo que "en los países democráticos no se percibe la naturaleza violenta de la economía, mientras que en los países autoritarios lo que no se percibe es la naturaleza económica de la violencia". Esto, para señalar que violencia y economía tienen una estrecha relación.


Costa Rica desde los años ochentas, abandonó el modelo social demócrata para empezar a transitar por el neoliberalismo de la mano de don Oscar Arias, quien llamó a ésto "poner a costa Rica a tono con las nuevas tendencias en el mundo" en su último informe presidencial ante los legisladores.

Pero lo que en realidad ha ocurrido es que este modelo económico ha lanzado a más y más costarricenses a la marginalidad y esto se ha convertido en una de las principales causas de la inseguridad.


El decimoquinto informe "Estado de la Nación en desarrollo sostenible" señala que ambos flagelos han resultado difíciles de vencer por el gobierno de Oscar Arias.

Según este análisis de la situación del país en 2008 , la pobreza golpea a los sectores más vulnerables, mientras la inseguridad ataca sin discriminar rango social.


La tasa de pobreza registró 18,5% a finales de octubre del 2008, un punto porcentual mayor al 17,7% del año anterior, lo que refleja que las medidas gubernamentales para combatirla fueron insuficientes y no alcanzaron a los sectores más afectados. "En el 2008 el número de hogares en situación de pobreza aumentó en casi 19.000 y en pobreza extrema el incremento fue de poco más de 7.000 hogares", subrayó el informe oficial.

En relación con la inseguridad, el informe señala que hubo "un alarmante retroceso en inseguridad ciudadana", uno de los problemas que más agobian a la sociedad costarricense.

Precisó que los hogares que fueron víctimas de la criminalidad se elevaron casi en 100% entre 1997 y 2008, cuando pasaron de 15% a 28%.


Lo trágico de todo esto es que pareciera evitarse por todos los medios la discusión sobre este círculo vicioso "pobreza, violencia, inseguridad", lo que interpretamos como un afán del neoliberalismo por disimular su papel protagónico como causa del mismo.

Se ha recurrido entonces a una estrategia cultural para que no veamos el problema o para convencernos de que no hay ninguna relación con el sistema económico imperante, para que los costarricenses no relacionen a sus gobernantes con el origen del problema de la inseguridad.

La relativa ausencia de discusión de estos asuntos, por un lado, y su tratamiento habitual en los medios de comunicación, por otro, son ejemplos de esta estrategia neoliberal de violencia cultural, para evitar la discusión de la relación entre el sistema económico y el crecimiento de la inseguridad ciudadana.


Entonces los costarricenses ponemos más y más rejas y alarmas y pedimos leyes más fuertes, penas más altas, un policía en cada cuadra…


Nunca escuchamos exigir más justicia social, mejor distribución de la riqueza, la vía política hacia un sistema económico incluyente, solidario.


Por eso los costarricenses seguimos votando cada cuatro años por los mismos, por los que nos arrebataron a la Costa Rica que caminaba hacia el desarrollo y la seguridad social y originaron ésta, que se ahoga en un agobiante clima de violencia e inseguridad.

martes, 22 de febrero de 2011

El plan de la OTAN es ocupar Libia

(Tomado de CubaDebate)

El petróleo se convirtió en la principal riqueza en manos de las grandes transnacionales yankis; a través de esa fuente de energía dispusieron de un instrumento que acrecentó considerablemente su poder político en el mundo. Fue su principal arma cuando decidieron liquidar fácilmente a la Revolución Cubana tan pronto se promulgaron las primeras leyes justas y soberanas en nuestra Patria: privarla de petróleo.

Sobre esa fuente de energía se desarrolló la civilización actual. Venezuela fue la nación de este hemisferio que mayor precio pagó. Estados Unidos se hizo dueño de los enormes yacimientos con que la naturaleza dotó a ese hermano país.

Al finalizar la última Guerra Mundial comenzó a extraer de los yacimientos de Irán, así como de los de Arabia Saudita, Iraq y los países árabes situados alrededor de ellos, mayores cantidades de petróleo. Estos pasaron a ser los principales suministradores. El consumo mundial se elevó progresivamente a la fabulosa cifra de aproximadamente 80 millones de barriles diarios, incluidos los que se extraen en el territorio de Estados Unidos, a los que ulteriormente se sumaron el gas, la energía hidráulica y la nuclear. Hasta inicios del siglo XX el carbón había sido la fuente fundamental de energía que hizo posible el desarrollo industrial, antes de que se produjeran miles de millones de automóviles y motores consumidores de combustible líquido.

El derroche del petróleo y el gas está asociado a una de las mayores tragedias, no resuelta en absoluto, que sufre la humanidad: el cambio climático.

Cuando nuestra Revolución surgió, Argelia, Libia y Egipto no eran todavía productores de petróleo, y gran parte de las cuantiosas reservas de Arabia Saudita, Iraq, Irán y los Emiratos Árabes Unidos estaban por descubrirse.

En diciembre de 1951, Libia se convierte en el primer país africano en alcanzar su independencia después de la Segunda Guerra Mundial, en la que su territorio fue escenario de importantes combates entre tropas alemanas y del Reino Unido, que dieron fama a los generales Erwin Rommel y Bernard L. Montgomery.

El 95 % de su territorio es totalmente desértico. La tecnología permitió descubrir importantes yacimientos de petróleo ligero de excelente calidad que hoy alcanzan un millón 800 mil barriles diarios y abundantes depósitos de gas natural. Tal riqueza le permitió alcanzar una perspectiva de vida que alcanza casi los 75 años, y el más alto ingreso per cápita de África. Su riguroso desierto está ubicado sobre un enorme lago de agua fósil, equivalente a más de tres veces la superficie de Cuba, lo cual le ha hecho posible construir una amplia red de conductoras de agua dulce que se extiende por todo el país.

Libia, que tenía un millón de habitantes al alcanzar su independencia, cuenta hoy con algo más de 6 millones.

La Revolución Libia tuvo lugar en el mes de septiembre del año 1969. Su principal dirigente fue Muammar al-Gaddafi, militar de origen beduino, quien en su más temprana juventud se inspiró en las ideas del líder egipcio Gamal Abdel Nasser. Sin duda que muchas de sus decisiones están asociadas a los cambios que se produjeron cuando, al igual que en Egipto, una monarquía débil y corrupta fue derrocada en Libia.

Los habitantes de ese país tienen milenarias tradiciones guerreras. Se dice que los antiguos libios formaron parte del ejército de Aníbal cuando estuvo a punto de liquidar a la Antigua Roma con la fuerza que cruzó los Alpes.

Se podrá estar o no de acuerdo con el Gaddafi. El mundo ha sido invadido con todo tipo de noticias, empleando especialmente los medios masivos de información. Habrá que esperar el tiempo necesario para conocer con rigor cuánto hay de verdad o mentira, o una mezcla de hechos de todo tipo que, en medio del caos, se produjeron en Libia. Lo que para mí es absolutamente evidente es que al Gobierno de Estados Unidos no le preocupa en absoluto la paz en Libia, y no vacilará en dar a la OTAN la orden de invadir ese rico país, tal vez en cuestión de horas o muy breves días.

Los que con pérfidas intenciones inventaron la mentira de que Gaddafi se dirigía a Venezuela, igual que lo hicieron en la tarde de ayer domingo 20 de febrero, recibieron hoy una digna respuesta del Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando expresó textualmente que hacía "votos porque el pueblo libio encuentre, en ejercicio de su soberanía, una solución pacífica a sus dificultades, que preserve la integridad del pueblo y la nación libia, sin la injerencia del imperialismo "

Por mi parte, no imagino al dirigente libio abandonando el país, eludiendo las responsabilidades que se le imputan, sean o no falsas en parte o en su totalidad.

Una persona honesta estará siempre contra cualquier injusticia que se cometa con cualquier pueblo del mundo, y la peor de ellas, en este instante, sería guardar silencio ante el crimen que la OTAN se prepara a cometer contra el pueblo libio.

A la jefatura de esa organización belicista le urge hacerlo. ¡Hay que denunciarlo!

Fidel Castro Ruz

Febrero 21 de 2011
10 y 14 p.m.

jueves, 17 de febrero de 2011

Los corruptos deben devolver al estado el dinero robado y con intereses.

En Egipto, en Costa Rica...¡En todo el mundo!

Protestas en Egipto: Mubarak se va con 70.000 millones.

Millones de egipcios sobreviven con menos de 2 dólares al día. Mientras tanto, estudios expertos confirman que la corrupción le cuesta a Egipto más de 6 mil millones de dólares al año en fondos públicos. El entorno familiar de Mubarak ha obtenido beneficios astronómicos derivados de una red de negocios, proyectos clientelistas de privatización, e inversiones garantizadas por el Estado durante los 30 años en los que Mubarak se ha perpetuado como presidente. Se estima que sus riquezas podrían oscilar entre los 2 o 3 mil millones de dólares y la asombrosa cantidad de 70 mil millones de dólares, lo que le convertiría en el hombre más rico del planeta.Esto es una fortuna que significa más de una tercera parte de la economía de Egipto.

Asimismo, 25 altos oficiales gubernamentales se hallan bajo investigación por amasar fortunas por encima de los mil millones de dólares durante sus mandatos al servicio de Mubarak.

Pero podemos estar asistiendo al fin de esos tiempos en los que los gobernantes corruptos podían escapar fácilmente con sus fortunas intactas. La nueva Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción exige de manera explícita la devolución a los países de origen de los bienes y del capital obtenidos de manera corrupta. Y el actual gobierno militar egipcio ya ha pedido a la Unión Europea y a otros gobiernos que congelen el patrimonio de Mubarak. La clave ahora es lograr que dichas medidas se ejecuten lo suficientemente rápido. No servirán de nada todas las leyes internacionales y nacionales si los miles de millones amasados por Mubarak desaparecen de la vista antes de que las autoridades puedan bloquearlos.

En Costa Rica...

Los costarricenses debemos reflexionar sobre este asunto. Hay expresidentes, exministros, alcaldes y otros funcionarios públicos cuestionados ante los tribunales por comprobados o presuntos delitos de corrupción.

¿Cuánto nos costó a los trabajadores ticos el corrupto caso llamado "Caja-Fischel"? ¿Cuánto el asunto de Alcatel?

Lo que a veces no pensamos es que las comisiones que algunas compañías pagan a funcionarios corruptos lo cargan al costo de la venta a Costa Rica y al final, tenemos que pagarlo todos. Si por ejemplo, Calderón, Rodríguez, José María Figueres o Rodrigo Arias se han beneficiado con negocios realizados con compañías extranjeras, éstas no pierden, ¡no, jamás!. Lo cargan a la cuenta. ¿Y quien lo paga? Usted y yo y el vecino y el otro... ¿Cómo? Por ejemplo con el paquete de impuestos que pretende doña Laura aprobar ahora.

¡Y cuidado! Que la familia Arias pretende por lo visto perpetuarse en el poder como Mubarak.

Fuente:http://www.avaaz.org/es/mubaraks_fortune/?vl

martes, 15 de febrero de 2011

La deuda externa europea con América Latina.

Importante recordar este discurso tan poco divulgado por la prensa internacional, pero colmado de una verdad indiscutible.

Discurso del cacique mexicano Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea, el 8 de febrero de 2002.

Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace sólo quinientos años. Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo.

También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano! ¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Guaicaiputo Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan "MarshallTesuma" para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal. En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente, hemos demorado todos estos siglos en cobrar. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestro hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia. Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra. Muy pesadas son esas moles de oro y plata.

¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica...


Fuente: http://www.ciudadseva.com/

jueves, 10 de febrero de 2011

¿Quiere el pueblo para Costa Rica un Armagedón?


Cuando miramos que una mayoría de nuestro pueblo se traga pasivamente la gran mentira de los beneficios del TLC, el desmantelamiento progresivo del Seguro Social, la destrucción paulatina de instituciones que han sido clave en el desarrollo del país como el ICE, como el INS…

Cuando observamos que la gente mira sin protestar como entregan nuestra riqueza en manos de compañías extranjeras, cómo las ganancias que generan muchos ahorros de los costarricenses van a parar a los bolsillos de los banqueros privados...

Cuando vemos cómo le cambian un sistema político solidario por el criminal neoliberalismo que ha provocado el aumento en la inseguridad, de la corrupción política, el crecimiento de la delincuencia, de los índices de suicidios, de la niñez abandonada…Nos preguntamos:

¿Es que quieren una sociedad de pocos ricos y muchos pobres? ¿Es que quieren que unos pocos políticos inescrupulosos manipulando los poderes del estado, se perpetúen en el poder ?

Cuando vemos que el pueblo sigue creyendo en una Iglesia Católica que se ha convertido en una empresa multimillonaria, cómplice con su silencio de los abusos del poder político y que ha abandonado la misión que justifica su existencia, nos cuestionamos:

¿Es que este pueblo, que en mayoría se autodefine como cristiano quiere renegar de los principios universales de "amarás a tu prójimo" , "no matarás" ?

Cuando vemos a miles de nuestros hermanos costarricenses aceptar con indiferencia la destrucción de nuestra identidad y de nuestra cultura, y disfrutar alegremente del entretenimiento banal o criminal que incluye la proliferación de la prostitución infantil, los casinos, la drogadicción, la comida chatarra, el cine barato violento y trivial, la destrucción de las costumbres sociales de ayuda mutua y solidaridad, la transformación de nuestro país en una sociedad que exalta como valores supremos el egoísmo, el enriquecimiento personal a cualquier costo, el empujón, la zancadilla, el desmantelamiento del bienestar social, la reducción de la esperanza de vida, el incremento de la indigencia, nuestras ciudades convertidas en campo abierto para la delincuencia común y de cuello blanco y en cárcel para el ciudadano honrado…

Nos preguntamos: ¿Quieren realmente los costarricenses convertir a su país en eso?

¿Seguiremos votando en las próximas elecciones por los que nos llevan hacia esta catástrofe, a ese Armagedón?

miércoles, 9 de febrero de 2011

Los rusos: ¡Maldito socialismo, como te echamos de menos!

Un limosnero en una calle de Nueva York.













Una mujer pide limosna en Moscú.

Hace unas semanas, en Berlín, mientras los beneficiarios del cambio político en la Europa del Este celebraban la desaparición del muro (y, sobre todo, del “socialismo real”) hace veinte años, como prueba manifiesta de la superioridad social del capitalismo, la prensa internacional conservadora lanzó una de sus habituales campañas propagandísticas para vender de nuevo la mentira del supuesto éxito conseguido por el cambio político y económico en los antiguos países socialistas europeos. La escenificación de una alegría impostada en ceremonias de auto alabanza y la presencia, de las imágenes difundidas por el mundo de Gorbachov, George Bush, Kohl, Merkel, Wałesa y otros (incluso Medveded) celebrando la “victoria sobre el comunismo”, escondían el sufrimiento social causado por el retroceso hacia el capitalismo en toda la Europa oriental, y se revelaban como la gran mentira de los festejos de Berlín.


Hace un año, en enero de 2009, haciéndose eco de un estudio de la Universidad de Oxford, el diario italiano Il Manifesto publicaba un artículo sobre las consecuencias de las privatizaciones y de las reformas de la llamada terapia de choque de Yeltsin en Rusia: un millón de muertos. Ese estudio, sólo habla de la mortandad causada entre ciento cincuenta millones de habitantes, mientras que el conjunto de la población de la Europa socialista alcanzaba los cuatrocientos millones.


No debe olvidarse, además, que esas cifras son estimaciones, puesto que otros estudios elevan mucho más el número de víctimas: piénsese en el aumento de la mortalidad infantil, en el retroceso de la natalidad, en el descenso de la población. Ucrania, por ejemplo, ha descendido desde los 52 millones de habitantes que tenía en el socialismo, en 1991, a los actuales 46 millones, dieciocho años después.


Por supuesto, nada de eso se vio reflejado en los festejos de Berlín, ni el gobierno pronorteamericano de Yushenko y Timoshenko, ni los países capitalistas occidentales se han preguntado hasta ahora por la causa de un desastre demográfico de tal magnitud. Y es sólo un ejemplo, aunque sea de los más dramáticos.



Bajo el socialismo, con el trabajo, asegurado para toda la vida para cualquier ciudadano, se disponía de casa, de asistencia médica, vacaciones y jubilación. Nadie pensaba en el desempleo, ni en los desahucios y la falta de techo, ni en las abusivas hipotecas de por vida, ni esperaba con temor una vejez desamparada y pobre. La privatización trajo consigo la pérdida de millones de puestos de trabajo, el desmantelamiento de buena parte de la industria, creó una espantosa corrupción, y. además, desató la miseria, la desesperación, el aumento del alcoholismo, de los suicidios, el abandono de niños, las pensiones de miseria, la introducción de ciegos criterios de mercado por encima del interés social, mientras se enriquecía una minoría.


El desastre en las instituciones científicas, el retroceso en la investigación, la ruina de la cultura, la introducción desde el Occidente capitalista de los más banales recursos de entretenimiento y alienamiento popular, la planificada destrucción de las costumbres sociales de ayuda mutua y solidaridad, fue acompañada por la exaltación del egoísmo personal y la búsqueda del bien privado, porque lo común pasó a ser considerado sospechoso por el nuevo poder capitalista. El desmantelamiento de la sanidad pública, el aumento de los precios de las medicinas, la reducción de la esperanza de vida, afectaron de manera determinante a la población. Todavía desconocemos las cifras de suicidios, las muertes causadas por el alcoholismo de quienes habían caído en la desesperación; la mortalidad debida a la proliferación de enfermedades como la tuberculosis, que afectan ahora a millones de personas, el destino de muchos de los centenares de miles de vagabundos y de niños abandonados que llenaron toda la geografía de la Europa oriental, y que siguen viéndose hoy, que fueron consecuencia directa de la salvaje implantación del capitalismo. Si hace dos décadas el hambre era desconocido en toda la Europa oriental, hoy afecta a millones de personas. Se dispone de algunas estadísticas parciales: en Ucrania, hoy, por ejemplo, un millón y medio de personas pasa hambre.


Imágenes:http://www.google.com/images?


Artículo recomendado por un lector.


Por Higinio Polo


Lea más en:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=102272

domingo, 6 de febrero de 2011

Nuestros jóvenes ante el espejismo del éxito personal.

Nuestros jóvenes se suicidan al perder el horizonte, sus metas, sus sueños, sus esperanzas…


Según datos del OIJ, en la última década, la tasa de suicidios entre la población joven de nuestro país se ha incrementado considerablemente, tanto que, se ha colocado como tercera causa de muerte violenta.

A nuestros jóvenes les han vendido la idea del espejismo neoliberal del éxito personal con base en el esfuerzo personal y la competitividad, de una libertad que no existe con la precariedad, el desempleo...

Muchos expertos señalan que una sociedad que crea falsas expectativas de éxito para los jóvenes, que, finalmente terminan ocupando empleos de cuarta categoría como los "centros de llamadas" y similares o simplemente pasan a engrosar el grupo de desempleados o subempleados, hace que éstos pierdan el horizonte y estrellen sus sueños contra una realidad frustrante, aplastante, una realidad llena de marginación, drogas y alcoholismo, prostitución, emigración forzosa, explotación, precariedad, pérdida de derechos…

Así, en una sociedad que aplica un modelo social y económico que promueve la competitividad y produce miles y miles de fracasados, las medidas recomendadas por la OMS como "aumentar la autoestima, promover relaciones sociales ricas,el apoyo social, mejoramiento de relaciones estables de pareja,etc." , servirán de poco para contener la creciente ola de suicidios.

Estamos inmersos en un modelo de sociedad donde los jóvenes pierden el horizonte, se quedan sin metas, sin sueños, sin esperanzas…

Roberto Sánchez

jueves, 3 de febrero de 2011

Una razón para no entregar los puertos del atlántico a compañías extranjeras.



El incumplimiento en el proyecto de la carretera San José-Caldera, incumplimientos reiterados de la empresa IMSA (que dicen es del exministro de transportes Rodolfo Méndez Mata, no nos consta), tanto en la carretera mencionada como en la construcción y remodelación de obras portuarias…Hay más casos suficientemente conocidos.


Los hechos como los señalados y otros más denunciados por la Contraloría General de la República, parecen indicar que el Estado Costarricense, por incapacidad o por oscuras razones , no ha podido llevar un adecuado control de las concesiones otorgadas. Debemos oponernos enérgicamente a que se sigan entregando en concesión los bienes del estado hasta que esté garantizado que no se van a convertir en el negocio de unos pocos en detrimento del bien común.

Recordemos que los bienes del estado son bienes de todos los costarricenses.


Esta es una poderosa razón-entre otras- por la cual los puertos del atlántico no deben entregarse a ninguna compañía extranjera.