Un minuto de pausa para llorar al Compañero Hugo Chávez; a redoblar la energía en la lucha que lo lleva como ejemplo

Desde nuestro compromiso por un continente y un mundo con justicia social y ambiental, con respeto y desarrollo pleno de los Derechos Humanos, sin explotados ni explotadores, valoramos en toda su dimensión histórica el papel jugado por Hugo Chávez en pos de esos objetivos, con el firme y decidido apoyo del pueblo venezolano, en especial de los millones de hombres y mujeres empobrecidos, excluidos, explotados, que encontraron en el proceso de la Revolución Bolivariana, que confiamos seguirá adelante firmemente, una oportunidad histórica de redención, desarrollo y soberanía nacional.
Como latinoamericanos y latinoamericanas, hijos e hijas de este continente negro, indígena y mestizo, rebelde y expoliado, reconocemos comprometidamente el aporte incomparable de Hugo Chávez y del pueblo venezolano a la integración de los pueblos sobre la base de la paz, el enfrentamiento al enemigo común, la complementariedad y la solidaridad de los pueblos, organizaciones sociales y movimientos populares.
La lucha emprendida por Hugo Chávez en su “Patria Chica” venezolana, alentó, fortaleció y orientó certeramente a muchos movimientos y organizaciones sociales, comunidades y hasta gobiernos populares en nuestra “Patria Grande” latinoamericana, siendo por ello un aporte histórico imborrable para las nuevas generaciones que enfrentamos a un sistema del capital que margina, explota, destruye y mercantiliza los bienes comunes en beneficio de unos pocos beneficiados y en desmedro de las grandes mayorías de las poblaciones del Planeta.
Los pobres del mundo, trabajadores y trabajadoras asalariados, campesinos y campesinas sin tierra o cercados por las empresas del agronegocio, indígenas desplazados y desplazadas por la minería trasnacional, defensores y defensoras de Derechos Humanos, luchadores y luchadoras que encarnan la resistencia en cada rincón de Nuestra América, nos tomamos un doloroso minuto de pausa en este día oscuro de nuestra historia para llorar y despedir al Compañero Hugo Chávez.
Enseguida, retomamos nuestros puestos de trabajo, de lucha, las calles, las comunidades, los micrófonos, las universidades, las escuelas para hacer honor y continuidad a una vida entregada a la lucha como la del querido compañero que hoy se convierte en inspiración constante y ejemplo perenne para todos y todas.
La Revolución Bolivariana es ya una victoria no solamente de Hugo Chávez y los venezolanos y venezolanas. Es una construcción colectiva que hoy más que nunca debe fortalecerse y continuarse.
Apoyarla es un desafío clave en esta etapa para el conjunto de los pueblos de América Latina y Caribe en el que decimos presente. Alertamos al mundo entero a poner sus ojos sobre América Latina y concretamente en Venezuela, para apoyar con la movilización y la solidaridad el proceso democrático venezolano.
Hasta la Victoria Siempre
Compañero Chávez
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