“Cada vez más, en muchos países americanos impera un sistema conocido como neoliberalismo; sistema que haciendo referencia a una concepción economicista del hombre, considera las ganancias y las leyes del mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad y del respeto de las personas y los pueblos." Juan Pablo II, México, 1989.
sábado, 9 de agosto de 2014
El trabajo "ad honórem" de don Iván Barrantes.
En la casa de Zapote, las cosas no nos resultan tan claras. Don Ottón Solís ha solicitado la separación de Iván Barrantes, mercadólogo que al parecer es cercano asesor del presidente, tan cercano, que se ha dicho de él que "le habla al oído" a don Luis Guillermo.
Don Iván mercadeó la imagen de don Luis Guillermo cuando era candidato, según declaraciones suyas, con técnicas propias de un producto comercial y como sabemos tuvo éxito, por lo que fue "premiado" con dinero de la deuda política.
Al divulgarse el monto pagado a Barrantes (unos 110millones de colones) por su trabajo, don Ottón declaró que eso era un despilfarro propio de partidos tradicionales como el PUSC, pero no del PAC, donde la austeridad en los gastos es un principio establecido en sus lineamientos ideológicos y su presencia en el gobierno, la cuestiona porque a futuro- según su opinión- podría prestarse para irregularidades ya que don Iván trabaja también para varias empresas privadas a las que pudiera eventualmente favorecer desde su privilegiada posición en el gobierno.
El primero en salir en auxilio de don Iván fue el ministro de la presidencia, don Melvin Jiménez, quien afirmó al diario La Nación que Barrantes solo está preparando una propuesta de consultoría y no da ningún servicio, a pesar de que para ello utilice una oficina de la sede de la Presidencia, en Zapote.
Pero esto no coincide plenamente con las declaraciones de don Iván a la prensa quien dijo no estar amarrado al gobierno, a pero habla como si fuera parte de él, con frases como "estamos poniendo tope a las pensiones" o "estamos haciendo cambios".
Esto es lo primero que nos llama la atención: si bien don Iván no está contratado como funcionario de gobierno, habla del mismo en primera persona, lo que claramente indica que de hecho se siente y se asume como parte del mismo.
Por otra parte, afirman en el gobierno que "trabaja ad honórem", pero él asegura que su trabajo no lo regala.
Este trabajo "ad honórem", resulta entonces ser un mito, pues si bien no cobra salario, utiliza una oficina en la casa presidencial y tiene el encargo de preparar una "propuesta de consultoría" en el campo de las comunicaciones del gobierno por la que si cobrará.
No dudamos que su propuesta, dada la confianza y la credibilidad que le dispensa don Luis Guillermo, será aceptada…Entonces ¿quien nos garantiza que el trabajo "ad honórem" que ahora realiza no vendrá incluído en la factura de la "consultoría" que prepara?
Aclaremos: no es oficialmente funcionario gubernamental, pero tiene el encargo de preparar una "propuesta de consultoría", como él mismo la llamó, por la que en su momento cobrará seguramente una suma mayor o igual a la que cobró por mercadear la imagen de Solís en campaña.
Entonces, llamemos las cosas por su nombre: don Iván no regala su trabajo, y como el mismo lo dice en su momento lo cobrará.
La conclusión es clara: don Iván no es asalariado del gobierno, pero tampoco está haciendo ningún trabajo "ad honórem".
Esto no lo leerá don Iván y aunque lo hiciera ya advirtió al diario digital CRhoy, que no le interesa la opinión pública.
Roberto Sánchez, Grupo Roncahuita
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