“Cada vez más, en muchos países americanos impera un sistema conocido como neoliberalismo; sistema que haciendo referencia a una concepción economicista del hombre, considera las ganancias y las leyes del mercado como parámetros absolutos en detrimento de la dignidad y del respeto de las personas y los pueblos." Juan Pablo II, México, 1989.
lunes, 24 de noviembre de 2014
El negocio de algunos medios de comunicación exhibiendo la miseria
El negocio consiste en seleccionar una familia en condiciones de miseria extrema que vivan entre
cuatro oxidadas láminas de techo, piso de tierra, de ser posible con un enfermo terminal o con discapacidades múltiples, ancianos sin pensión y sin trabajo, en el más completo abandono…los camarógrafos sacan el talento que tengan para hacer unos encuadres maravillosos con primeros planos que no dejen duda del sufrimiento, el hambre y los harapos que cubren a los elegidos…¡Qué espectáculo!
Después de transmitir las imágenes y conmover hasta el tuétano a los televidentes, pedirán donaciones para el sueño navideño de la familia elegida- el medio no dona nada, por supuesto- hacen aparecer a empresas con mentirosa actitud solidaria a quienes por supuesto cobran por publicidad…
Poco antes de Navidad, volverán donde la familia "favorecida" a dejar un televisor que no tienen donde poner, para ver la señal abierta que será lo único porque tendrán que elegir entre el arroz y los frijoles o una conexión de cable, un refrigerador con comestibles que durarán una semana y que dejará de funcionar cuando les corten la electricidad, que es probable que tengan conectada clandestinamente, porque no pueden pagarla, una silla de ruedas que se atascará en el barro de la vivienda cuando llueva. Se esmerarán en nuevas tomas donde esos desheredados del sistema económico se desharán ingenuamente en sinceras gracias al canal de televisión y se sentirán halagados por un momento cuanto sus vecinos les digan "los vi, salieron en la tele".
El medio habrá ganado millones, las empresas habrán vendido más y pasado diciembre, esa familia tendrá que vender el tele y el refri por mucho menos de su valor para seguir comiendo un par de semanas más con algo de suerte…
¿Y el resto del año? ¡Ah, pues que vean como se la juegan, que el "show" llegó a su fin!
Eduardo Zúñiga
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