Hubo dos grandes ganadores: Luis Guillermo Solís -no el PAC, léase bien- y el Frente Amplio.
En este reacomodo de fuerzas ideológico-políticas, el mensaje en las urnas fue claro: se le encomendó al presidente y al Frente Amplio, modificar la ruta del país, sacarlo del modelo neoliberal introducido en 1986 por Arias y darle rumbo hacia un modelo social solidario. ¡Tremenda tarea !
El Frente Amplio tuvo éxito con una propuesta de izquierda moderada donde encontraron cabida diversas fuerzas progresistas que incluyen socialistas de diversas tonalidades, comunistas, socialdemócratas, cristianos socialistas, ecologistas, etc., propuesta que caló profundamente en un amplio sector de la juventud y que encontró respuesta en las áreas urbanas y zonas rurales tradicionalmente olvidadas.
Al FA lo hemos visto como un bloque sólido, haciendo un trabajo consecuente aún dentro de las limitaciones que le imponen las circunstancias dadas por una Asamblea muy fraccionada, a tal punto que hoy por hoy es el partido que más propuestas de ley y de más calidad ha introducido en la agenda legislativa, más incluso que que el propio ejecutivo.
Al FA lo hemos visto como un bloque sólido, haciendo un trabajo consecuente aún dentro de las limitaciones que le imponen las circunstancias dadas por una Asamblea muy fraccionada, a tal punto que hoy por hoy es el partido que más propuestas de ley y de más calidad ha introducido en la agenda legislativa, más incluso que que el propio ejecutivo.
Don Luis Guillermo echó mano en la segunda vuelta electoral a una campaña populista democrática que inclinó a amplios sectores de los partidos tradicionales a darle su apoyo atendiendo a su promesa de cambio y LGS lo hizo incluso contra la opinión de la dirigencia de su propio partido, en el que encuentra ahora en la Asamblea Legislativa hasta un sector opositor.
Ya vemos las fuerzas conservadoras como bandadas de cuervos en asambleas, foros, convenciones, conferencias…tratando de reagruparse, tratando de armarse para impedir cualquier cambio que pudiera surgir o ser propuesto. Don Luis Guillermo o propone cambios radicales apoyándose en el pueblo como hizo en campaña y en su aún aliado FA, o no va a ningún lado que signifique cambio.
Así vistas las cosas opino que Solís o muestra pasos y acciones para separarse de la ruta neoliberal, como el pueblo se lo pidió o no tendrá apoyo ni en el congreso ni en el pueblo, y este pueblo, una vez más resultará engañado.
Algunos argumentan no sin razón que la composición del congreso no le permite actuar en ese sentido. Pero...bueno, que proponga cambios importantes : ya veremos quien le apoya y quien le hace la guerra, ya veremos si las organizaciones sociales le acuerpan...al menos que lo intente que quede constancia de ello por lo menos.
ROBERTO SÁNCHEZ
EDUARDO ZÚÑIGA
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