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| Con el perdón de estos animalitos. |
El proyecto "estrella" de doña Laura destruyó la escasa popularidad que le quedaba y nos convirtió en el hazmerreír de los nicaragüenses, y del mundo con sobradísima razón. Una verdad que duele e incomoda.
No sabemos si la prisa de doña Laura por construir la carretera en la frontera norte, obedeció realmente a un sentimiento de genuino orgullo patrio o a la necesidad de un "golpe político" que levantara su alicaída popularidad…pero lo cierto es que hoy venimos a saber por boca de ella misma que al amparo de un decreto de emergencia, se hizo sin estudios, proyecciones ni planos y que por ello a fin de cuentas la "princesa" se le convirtió en sapo.
Y es que tanta prisa tenía que la construcción se le convirtió en una piñata de regalías, chorizos y contrataciones de amigotes con compañías fantasma que no poseen ni una pala, que se ha aprovechado para sacar madera cuya corta está prohibida, que se denuncian curvas y pendientes peligrosísimas y que por no hacer estudios dañaron humedales, bosques primarios y otros tesoros ecológicos.
Nicaragua nos tiene una denuncia por daños ambientales y ahora el mismo gobierno costarricense no le ha quedado más que darle la razón.
Los medios nicaragüenses no paran de hacer chistes sobre la carretera de la "soberanía" y don Juanito Mora debe estar pidiendo a gritos en el más allá que no le hagan víctima de semejante oprobio, usando su nombre para esa ridícula y choricera trocha.
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