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miércoles, 15 de junio de 2011

Caribe sur: los ricos construyen casas en la playa, a los pobres se las mandan a demoler.

Humilde casa construída hace más de sesenta años, a 50 metros de la playa.
A su dueño no le permiten  ni reponer una tabla dañada.
La ley no se aplica por parejo.

El lunes 13 en Noticias Repretel se habló del problema de habitantes de Cahuita, Puerto Viejo, Cocles… zonas costeras del caribe costarricense quienes por cien, 80  y sesenta años han vivido en esa zona y han construido casas y cabinas integradas a la naturaleza respetando el sistema ecológico de la zona. Don Enrique  Joseph, fue particularmente puntual y claro y los habitantes de la zona lo ilustraron y reforzaron con casos particulares y comunales.
Ocurre que ahora, las leyes nacionales les amenazan con demoler sus construcciones y echarlos a la calle…no son cinco ni diez…son decenas...
En Cahuita, una familia que ocupa una casa heredada por sus abuelos no ha podido en años sustituir una tabla podrida de su vivienda porque está a 40  o cincuenta metros del mar.

Al fondo se ve parte del techo de una lujosa casa construída
hace dos años, con cimientos sobre arrecifes, dentro del mar.
¡Pero, vean que democracia la nuestra!  Hace apenas dos años unos señores (abogados, nos han dicho, amigos de los Arias, cosa que no nos consta, pero que está dentro de lo posible) construyeron una bella mansión con cimientos en tierra y sobre arrecifes de coral, es decir, unos metros mar adentro de los cincuenta inalienables… y cercada por malla impenetrable… Esa no está amenazada por la demolición. Está ubicada detrás de la escuela pública de Cahuita, por si quieren constatarlo.

Los lugareños están más que enojados.
Un día de éstos escuché a un líder comunitario, cuyo nombre ignoro, decir profundamente afectado por la indignación:
"Si tocan una construcción nuestra, cinco mil habitantes de estos pueblos iremos a esa casa de Cahuita construída sobre el mar y procederemos a demolerla. ¡La ley tiene que ser pareja! "(Como vemos, la injusticia puede generar violencia, hay que tomarlo en cuenta)

Recordé de inmediato la obra teatral  del genial Lope de Vega, "Fuenteovejuna".
Para quienes no la conocen,  cuenta la historia de como un pueblo llamado Fuenteovejuna, que, cansado de la corrupción y la arbitrariedad de su comendador, lo lincha. Y cuando el Rey se presenta y pregunta: ¿Quién mató al comendador?, el pueblo entero le contesta : "Fuenteovejuna, señor".

Malla que impide el paso de los lugareños a los arrecifes tras la lujosa casa
construída hace dos años. ¿No que el paso  es libre por la franja costera 

de los cincuenta metros?
Parece que el pueblo se está despertando. Una dama nos dijo: "Lo que quieren es el "desarrollo estilo gringo del pacífico", pero que lo sepan doña Laura, los libertarios y los que gobiernan detrás de ella: aquí no queremos  casinos, ni burdeles, ni hoteles de varios pisos con niñas de doce años incluídas en el paquete como en otros lugares del mundo. Si los construyen, también los demolemos"


Pero, parece que en este caso ha prevalecido el sentido común y la justicia.Esa noticia se divulgó ayer en los medios:  mientras la Contraloría aplica la ley sin tomar en cuenta el problema social que puede generar (las leyes deberían estar supeditadas al beneficio social), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  ha dado la razón a los pobladores originales del caribe sur costarricense.

Nosotros en Generación Rebelde, nos alegramos sinceramente.


3 comentarios:

  1. Esperemos que de verdad la razón y justicia funcione, una vez al menos, en este país.

    sino que avisen con tiempo para llevar un pico que tengo en la casa sin uso.

    Hattori

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  2. La misma historia en toda Latinoamérica

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  3. Nosotros tenemos picos, palas y taladros...

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